Caracas. ¿Tiene Venezuela, en esta circunstancia histórica tan particular, una “élite cultural”? Claro que la tiene, y la existencia de productos como Trópico Absoluto dan prueba de ello. Se trata de una revista digital, creada a finales de 2018, que se ha planteado como un espacio para “la reflexión, el pensamiento y el intercambio de ideas sobre Venezuela”, además de promover otros temas que actualmente son motivo de debate en la opinión pública internacional.
Trópico Absoluto es un proyecto dirigido por Manuel Silva-Ferrer, egresado de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, con un doctorado en Filosofía y Ciencias Sociales por la Freie Universität de Berlin. Es autor del libro El cuerpo dócil de la cultura: Poder, cultura y comunicación en la Venezuela de Chávez, y actualmente está radicado en Alemania. El filósofo y escritor Fernando Rodríguez acompaña a Silva-Ferrer en las labores de edición desde Caracas.
Desde su emisión en diciembre del año pasado, Trópico Absoluto aglutina ensayos, artículos, opiniones y análisis firmados por Álvaro Contreras, Elías Pino Iturrieta, Leonardo Azparren Giménez, Luis Pérez-Oramas, José Balza, entre otros. Muchas de las imágenes que acompañan cada artículo son propiedad del Archivo de Fotografía Urbana, o fotografías de obras de arte firmadas por creadores como Alessandro Balteo Yazbeck.
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Advertencia: Trópico Absoluto no tiene la mínima intención de ser una revista académica, aunque varios de sus colaboradores estén íntimamente ligados a la academia. Se trata de un esfuerzo sostenido por entender (y hacer entender) que ahora se habla de Venezuela no como un territorio que colinda con otros, sino como una patria que se encuentra desperdigada por el mundo. Este nuevo país requiere una identidad cultural distinta, analítica y reflexiva sobre la crisis que la ocasionó, y lo que le depara el futuro como consecuencia de la misma.
De esta manera la información adquiere, además del valor conferido por quien la firma, un valor artístico, de registro.
Trópico Absoluto encuentra sus raíces en publicaciones como Papel Literario, que circuló por más de siete décadas encartado en el diario El Nacional hasta que la escasez de papel le obligó a adoptar el formato digital.
También se inspira en la extinta revista Sarcófago, editada y dirigida por el poeta Igor Barreto, una ambiciosa producción cuyo primer número llegó a tener 74 páginas impresas a todo color. El proyecto, concebido solo en edición física, se encuentra en pausa por falta de los recursos económicos que garanticen su distribución regular.
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