Tras siete meses de haber sido declarado el primer contagio de coronavirus en Venezuela, el impacto de la crisis en la población más vulnerable deja un balance doloroso. Basta recorrer los sectores populares, barrios y pueblos en la diversidad de regiones en Venezuela, para advertir largas filas de personas, que deben hacer caso omiso a las restricciones de las cuarentenas anunciadas por el gobierno de Nicolás Maduro, para hacerse de alimentos inaccesibles o de algún servicio básico que debería estar garantizado: transporte público, agua, gas doméstico, gasolina, atención sanitaria. En las filas, pueden verse cómo predominan las mujeres, niños o adolescentes y adultos mayores, quienes deberían estar a resguardo del contagio del virus, pero han quedado registrados por las cámaras de los reporteros gráficos de El Pitazo, como los más afectados por estas graves fallas.
______
Esta web usa cookies.