El fiscal general William Barr, quien es secretario de Justicia, ordenó investigar todas las presuntas irregularidades cometidas durante las elecciones. Foto: Cortesía Susan Walsh/AP
Nueva York.- 16 fiscales federales especiales designados para monitorear las denuncias en torno a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, dirigieron este viernes, 13 de noviembre, un carta al fiscal general, William Barr, donde cuestionaron su posición política buscar supuestas irregularidades en los procesos de cada estado, cuando ellos certifican que hasta el momento no se ha encontrado «ninguna anomalía substancial».
«Si ha habido fraude en el proceso electoral, los perpetradores deben ser llevados ante la justicia. Estamos comprometidos a ayudar a lograrlo. Pero, hasta ahora, no han surgido acusaciones plausibles de mala conducta generalizada que podrían impactar en el resultado en ningún estado o justificar un cambio en la política del Departamento de Justicia», dijeron.
Los fiscales subrayaron que con la directiva enviada el lunes por Barr se «amenaza con alterar ese equilibrio clave, con efectos potencialmente corrosivos en los procesos electorales que forman parte de nuestra democracia».
«Reconocemos y apreciamos el importante papel del Departamento de Justicia de los Estados Unidos en algunos casos de persecución de fraude electoral. Sin embargo, estamos alarmados por que haya revertido la larga trayectoria política del Departamento de Justicia que ha servido para facilitar esa función sin permitir que se interfiera en los resultados electorales o se cree la apariencia de una participación política en los comicios», aseguraron en la misiva.
Además, insisten en que en las últimas cuatro décadas ha recaído en los fiscales estatales y no en los federales, la responsabilidad de supervisar el proceso electoral.
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En un memorando publicado el lunes, Barr expresó: «Autorizo a investigar denuncias sustanciales de irregularidades en el voto o en la tabulación del voto antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones en ciertos casos, como ya he hecho yo en instancias específicas».
«Dichas investigaciones y revisiones pueden realizarse si existen denuncias claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían potencialmente afectar el resultado de una elección federal en un estado concreto», añadió.
Con esta orden, Barr puso a los fiscales federales a investigar todos los reclamos realizados por la campaña del presidente en ejercicio Donald Trump, quien no reconoce su potencial derrota frente al candidato demócrata Joe Biden, quien es considerado por todas las proyecciones como el virtual ganador de los comicios. Por el contrario, Trump y su equipo se han empeñado en denunciar sin pruebas sólidas un presunto fraude electoral de grandes dimensiones.
Por su parte, la fiscal de Nueva York, Letitia James, una de las firmantes de la queja, subrayó que «este cambio de política no es más que el último recurso de una administración saliente para aferrarse desesperadamente al poder y extender el caos en nuestro proceso electoral».
«La gente ha hablado, y Joe Biden y Kamala Harris han sido elegidos presidente electo y vicepresidente electa de Estados Unidos. Esta elección fue justa y segura (…). Los intentos del presidente y del fiscal general Barr de dividir a los estadounidenses y de sembrar dudas en nuestras elecciones es antipatriótico y no se quedará sin respuesta», zanjó la fiscal demócrata neoyorquina.
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