Foto referencial | Cortesía: Dirección Estadal de Educación de Mérida
Mérida.- Docentes adscritos al Sindicato Unitario del Magisterio del estado Mérida (Suma-Mérida) rechazaron la implementación del programa Una Casa, una Escuela en el estado, por considerarlo «pirata e improvisado». Los maestros fijaron su posición junto a una detallada exposición de motivos en un comunicado publicado el pasado viernes, 23 de abril.
El referido comunicado indica que el rechazo al programa educativo impuesto por el Ministerio del Poder Popular para la Educación resultó de la consulta hecha a los docentes adscritos al Suma-Mérida en nueve de los 23 municipios que conforman la entidad: Libertador, Santos Marquina, Sucre, Campo Elías, Alberto Adriani, Pueblo Llano, Tovar, Arzobispo Chacón y Antonio Pinto Salinas.
A través de la evaluación de siete aspectos, los docentes expusieron los motivos por los cuales consideran que en Mérida no hay condiciones necesarias para poder cumplir eficazmente con la educación a distancia.
Sobre el personal docente, el comunicado indica que el mismo carece de formación académica para desarrollar programas educativos a distancia. «Aún estando (formados) necesitarían de un tiempo prudencial que les permita la construcción del mismo», agrega.
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Por otra parte, el texto advierte que no todos los docentes ni todos los alumnos tienen acceso a internet. «En municipios como el Libertador (capitalino) hay instituciones que solo reportan haber tenido contacto con sus alumnos entre el 50 y 60% de ellos. Del mismo modo corroboramos que más del 30% de los docentes, alumnos y representantes carecen de recursos tecnológicos como computadoras, teléfonos inteligentes, entre otros, que permitan llevar con éxito el plan», precisa el comunicado.
En el aspecto anterior también se señala que el programa Una Casa, una Escuela es discriminatorio en tanto que no toma en cuenta a la población rural, cuyo acceso a equipos y tecnologías de información y comunicación es aún más limitado.
En cuanto al servicio eléctrico, indispensable para la educación a distancia, desde incluso antes de comenzar la cuarentena nacional por coronavirus el estado Mérida registra cortes diarios de electricidad, los cuales han aumentado a seis horas continuas desde la semana pasada y suman hasta 12 horas en el lapso de un día. Estas interrupciones del servicio se realizan sin que exista una cronograma de horarios. Los docentes señalan que está situación impide realizar una planificación para cumplir con el programa educativo.
«Aunque poco se ha mencionado un porcentaje significativo de los estudiantes se encuentran a cargo de abuelos, tíos, hermanos y hasta vecinos que carecen de condiciones para orientar a los niños y adolescentes, en las distintas actividades, espacio este que solo se ha cubierto con una escuela abierta y docentes formados en el difícil arte de enseñar», indica el comunicado.
Muchos niños y adolescentes han sido dejados atrás por padres que se vieron obligados a emigrar debido a la difícil situación económica que atraviesa Venezuela. Organizaciones de derechos de la infancia registran más de un millón de casos en todo el país.
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En cuanto al aspecto pedagógico, los docentes que suscriben la misiva del Suma-Mérida señalan que el programa Una Casa, una Escuela no contempla todos los criterios ni consideraciones que la evaluación presencial sí incluye.
«Es claro que los procesos de evaluación a distancia distan mucho de los procesos evaluativos presenciales, mientras la primera es objetiva y mide la cantidad de contenidos aprendidos, la segunda es dialéctica y formativa que genera competencia, valores y fundamentos en nuestros niños», explica el comunicado.
Por otra parte, los docentes denuncian «acoso y amedrentamiento por parte de supervisores y directores» de los planteles educativos de Mérida. «Pretenden culpar a los docentes de las deficiencias e improvisaciones de este programa, obligándolos a cumplir con planificaciones, evaluaciones y aprobando a nuestros discentes, sin cumplir con los mínimos requisitos que el caso amerita», precisan.
Finalmente, los maestros adscritos al Suma-Mérida exigen que se replanifique y reestructure el cierre del año escolar en curso y el inicio del nuevo año. Sugieren al Ministerio que este año escolar se culmine en el último trimestre de 2020, «con las instituciones educativas abiertas y los niños, y adolescentes presentes, con las medidas de seguridad que vengan al caso y se inicie el nuevo año escolar en los meses sucesivos».
Desde el pasado lunes 16 de marzo las clases presenciales en todos los niveles educativos fueron suspendidas en Venezuela. Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación, informó el 7 de abril que el año escolar no se reanudaría en las aulas y que el mismo debía culminar bajo el método de educación a distancia.
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