Maturín.- Las universidades públicas con sede en Maturín siguen en crisis. Sus alumnos asisten a clases sin contar con servicios como el del transporte y el comedor, que están paralizados por falta de recursos. La situación ya suma dos semestres en la Universidad de Oriente (UDO) y la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel).
En el campus Los Guaritos de la UDO hay 3.500 estudiantes que dejaron de beneficiarse con el comedor, pues se robaron unos equipos y los recursos que envía el ministerio no alcanzan para preparar los almuerzos.
El vocero del movimiento UDO70, Javier Cisneros, indica que tampoco cuentan con ruta estudiantil porque los cinco autobuses no tienen repuestos. Las unidades están arrumadas en el estacionamiento de la institución.
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La delincuencia en el campus universitario ha obligado a los estudiantes a abandonar el turno de la tarde. De hecho, solo los alumnos que cursan las últimas materias se ven obligados a asistir a las asesorías con los profesores en ese turno, «del resto no hay clases después de las 12:00 del mediodía», agrega.
Cisneros asegura que a pesar de las deficiencias, los jóvenes siguen asistiendo a las aulas de clase para formarse y tener una profesión con la que puedan rescatar al país. «Nosotros estamos resistiendo, porque queremos ser parte del rescate de Venezuela», afirma.
La Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel) enfrenta otro problema: no tiene agua. Es por ello que los estudiantes, además del personal docente y administrativo, deben ir hasta la cadena de supermercados que está al frente para usar el baño.
El presidente de la Asociación de Profesores Universitarios de la Upel, Hernán Azócar, sostiene que las precarias condiciones de la institución son el reflejo de la falta de atención hacia el sector universitario por parte de Nicolás Maduro, cuyo gobierno es cuestionado por al menos 20 países.
«Esta es una casa deteriorada y es así porque el presupuesto no es acorde», agrega. Pese a las carencias, Azócar asegura que los jóvenes siguen asistiendo para formarse en ella, porque tienen la esperanza de ejercer en el país.
En el Pedagógico de Maturín también han visto una disminución en la matrícula vespertina. El gremialista asegura que la mayoría de los alumnos ve clases durante la mañana para evitar los atracos que ocurren en la tarde.
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