Las denuncias de corrupción que involucran a ocho diputados de la Asamblea Nacional, casi todos de la Comisión de Contraloría, siguen siendo investigadas por la Comisión especial creada por el Parlamento.
Este lunes 9 de diciembre, cuatro diputados fueron interpelados de forma individual y a puerta cerrada: José Brito, Conrado Pérez, Luis Parra y Richard Arteaga.
Brito basó su defensa en denunciar que el diputado Freddy Superlano se habría llevado el sello de la Comisión que preside y que tiene una semana intervenida, por lo que el resto de los diputados de la comisión estarían usando para sus documentos uno marcado como «Vicepresidencia».
Según Brito, el único que ofreció declaraciones a la prensa luego de su interpelación, el documento publicado en Armando.Info tiene el sello de “Presidencia”, con el cual asegura además, se emitieron decretos durante las vacaciones del Parlamento.
Brito mantiene la misma tesis de Luis Parra de que quieren involucrarlos “sin pruebas” en delitos de corrupción.
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Reclamó que entre 2016 y 2018 todavía no era miembro de la comisión investigada, y por ende, no tiene responsabilidad en casos anteriores.
Leyendo la misma declaración que usó ante la Comisión especial, reconoció que viajó a Colombia, España e Italia. También dice poner a disposición dicha declaración jurada, en la que afirma nunca haber recibido dinero.
Brito además se refierió al trabajo de investigación de Armando.info como una “nota infame” que lo ha expuesto al escarnio público, por acusarle de haber recibido sobornos de parte de un empresario no identificado.
Otra arista de su defensa se centró en acusar al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, de “corrupto” y pidió su interpelación, así como la de los diputados Freddy Guevara y Superlano.
El diputado asegura que le comentó a Guaidó sobre estas denuncias en relación a los sellos pero que fue ignorado. Sin embargo, no supo decir si consignó ante la comisión el nombre de quiénes le pagaron los boletos aéreos.
“Fueron amigos y gente cercana”, dijo aún cuando en su rueda de prensa de hace una semana, señaló que habían sido “empresarios honestos”.
Asimismo, sostuvo que no conoce a Alex Saab ni a Carlos Lizcano y que no suscribió ninguna carta de buena conducta para Lizcano, por lo que se mostró abierto a someter su firma a una revisión grafológica.
Fuentes cercanas a la comisión especial le comentaron a El Pitazo que un grafólogo estuvo el jueves en la comisión, pero no se encontraron originales de los documentos, lo que imposibilita la determinación de si las firmas son o no falsificadas.
El diputado Brito no ofreció muchas pruebas, pero sí lanzó acusaciones como que Rafael Ramírez estaría aliado con Guaidó y otros diputados. En relación a si tenía pruebas, dijo que se las reservaba.
El objetivo, según Brito, sería desacreditarlo como diputado antes del 5 de enero, fecha en que se elige la Junta Directiva del Parlamento.
Finalmente volvió a cargar contra Julio Borges, de quien dijo “pronto le llegará la justicia”, asegurando que a diferencia del “infeliz” comunicado que emitiera la dirección de Primero Justicia, en la Comisión especial sí se le habría garantizado el derecho a la defensa.
Por su parte, el diputado Parra argumentó que él no pertenecía a la comisión de Contraloría y evitó las preguntas con la justificación de que ya había declarado a la prensa la semana pasada.
Las interpelaciones de cada uno de los cuatro diputados duró poco más de una hora. Para este martes se esperan que acudan José Luis Pirela, Adolfo Superlano y Freddy Valera.
Reportes de Gabriela González
